El señor M pensaba que su camioneta nueva
y amarilla seguía estacionada en la calle de Iturbide
dio varias vueltas por la misma cuadra y por otras
paralelas pero no la encontró alguien robó su camioneta
ese día bajo un sol amarilla y radiante
Una noche en la misma calle el señor M encontró
su camioneta amarilla y nueva
con muchos raspones en los costados sacó de su portafolios
las llaves que todavía conservan como un homenaje
a la injusticia y la abrió las vestiduras ya no estaban
tan nuevas ni tan limpias ni tan amarillas
olían a sangre a pólvora y a otro dueño
a un dueño que ahora estaba amordazado en la cajuelacon un tiro de gracia en la frente pudriendose poco a poco
El señor M salió de la camioneta amarilla
que ya no era suya caminó a toda prisa en sentido
contrario al vehiculo y decidó olvidar que la encontró
esa noche despues de todo
ya no era tan amarilla tan nueva
y olía con intensidad a su nuevo dueño